1. El Mole.
La cocina es una recompensa para el paladar y en México si estás celebrando algo probablemente el plato principal en la mesa será un buen Mole. En nuestro país podrás encontrar una gran variedad de ellos, algunos llegan a ser tan sofisticados que pueden contener un sinfín de ingredientes de diferentes partes del mundo que al mezclarlos correctamente toman una identidad indudablemente mexicana. Es una salsa que está viva y de verdad al ponerlo en tu boca literalmente se vuelve una gran fiesta para el paladar.
2. El Pozole.
Para hablar de este delicioso guiso hay que remontarnos un poco en la historia ya que varios Frailes comenzaron a documentar su existencia. Fray Bernardino de Sahagún, escribió sobre el singular platillo en su monumental obra: Historia general de las cosas de la Nueva España. Podemos afirmar que lo escribió con repugnancia, ya que los antiguos mexicas preparaban el pozole con carne de los cautivos sacrificados en algunas fiestas, principalmente la dedicada a Nuestro Señor el Desollado, Xipe Totec. Dicho festejo llevaba el nombre de Tlacaxipehualiztli.
Hoy en día dicho platillo tiene una preparación diferente y más civilizada ya que en nuestros días se hace con carne de cerdo. En la actualidad el pozole ha sufrido cambios y diferencias asociadas con la región donde se prepara y consume. En el estado de Guerrero se prepara el blanco y el verde, mientras que en la Ciudad de México, Sinaloa, Nayarit y Jalisco se consume la variante roja.
3. Cochinita Pibil.
En México, la cocina, como el mapa, se divide en varias regiones. La gastronomía de cada una de ellas es muy distinta de la otra. La cocina de Yucatán es bastante particular. En primera, porque se desarrolló muy lejos de lo que sucedía al centro del país, y por la influencia que tuvieron los mayas. No es por nada que forma parte importante de las rutas gastronómicas y el platillo más conocido de esta zona es la cochinita pibil.
La cochinita pibil es parte de la fusión cultural que se desarrolló en Yucatán: la española y la maya. Este platillo preparado con carne de cerdo adobada en achiote y envuelta en hojas de plátano, tradicionalmente se cocinaba dentro de un hoyo en el suelo sobre piedras calientes, ya que pibil en lengua Maya significa “bajo tierra”. Esta preparación de hornos bajo la tierra es especialmente representativa porque era fundamental para la celebración más importante del mundo prehispánico, el “Hanal Pixan”, o Día de Muertos. Para esta celebración, los mayas elaboraban un gran tamal que contenía diversas carnes de animales como venado y faisán.
Si bien hay muchos más platillos mexicanos tan deliciosos como estos, pero sin duda estos tres son los más conocidos, no lo creas, internacionalmente, catalogados dentro de los 100 platillos más populares del mundo.
Comenta cuál es tu platillo mexicano favorito 🙂
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